La fotografía urbana ofrece una ventana única para explorar y comprender entornos urbanos a través de la lente artística. Al llevar a cabo esta práctica se fomenta el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales, al observar y capturar la diversidad arquitectónica, la vida cotidiana y la cultura de la ciudad, se aprende a apreciar la riqueza de su entorno. Además, la fotografía fomenta la observación detallada, estimula la curiosidad y promueve el pensamiento crítico.

Al aplicarla a la educación primaria, los niños pueden documentar sus propias experiencias y perspectivas, expresando su creatividad de manera única. Esta práctica no solo mejora la alfabetización visual, sino que también fortalece la conexión emocional con la comunidad, fomentando el respeto y la comprensión. La fotografía urbana en la educación primaria no solo enseña habilidades técnicas, sino que también nutre la empatía y la conciencia cultural.